La Catedral de Santander engaña al visitante por su austero aspecto exterior. Nadie diría que se trata de una catedral medieval, pues su estampa difiere exteriormente de las majestuosas fachadas de otras seos españolas.
Ven despacio y en silencio…
no remuevas nada más…
una sola gota bastaría para ahogarme